Hablame Corazon

De lo que el corazón habla, la razón desconoce, la mente lo descompone en millones de espejos rotos que se esparcen por todo el planeta cayendo vertiginosamente con la velocidad de la luz y el humano la condensa y comprime de tal manera que la asfixia.

Habla corazón habla, canta como un ruiseñor, con alas extendidas, con coros de seres celestiales que componen la sinfonía del preámbulo de romances de amantes.

Háblame corazón háblame, dime de las historias escondidas, de las almas gemelas que se buscan incansablemente, del Sol que arrulla a la Luna, de la Luna que se viste cada noche de sensualidad atrapando al Sol.

Dime si es cierto que hay otra mitad perdida que aun sigue latiendo y vibrando, tras los portales de dimensiones paralelas, en juegos de embrujos, en juegos de hechizos, en juegos de brebajes, en los encuentros y despedidas, de seres que aman creyendo no ser amados, de seres que confunden el amor con la pasión, de aquellos seres que aman en silencio, de tantos otros que no escuchan tu latir.

Entonces háblame corazón háblame, cuéntame de los grandes secretos que ha registrado el cosmos de seres que irradian luz e intensidad, que cruzan el Arco Iris, y flotan en nubes de idilio, de esos seres que se manifiestan en un coqueteo continuo, que sin palabras todo lo dicen, todo lo sienten, que van de la mano en la aventura de la esperanza, en el mundo de las hadas, de los elfos, de los sueños, en los jardines colgantes de la alegría, disfrutando del néctar de la paz, embriagados por el aroma de la felicidad, danzando bajo el embrujo de la incertidumbre que emana el amor, eclipsados en el latido de corazones que flotan entre dimensiones, en el mundo de nunca jamás.

Ahora corazón que me hablaste, te voy a decir muy en silencio, que si recuerdo que mi otra mitad eres tú, que nunca has estado apartado de mi, esa otra mitad que ha estado en rostros que han cruzado los senderos de ese paraíso que conocí, que viví, del camino transitado, del regreso al hogar de donde partí, entonces corazón late, sigue latiendo, sigue vibrando.

Autor: Eliana Padron