Eras Tu
- Eliana Padron
- 18 mar 2019
- 4 Min. de lectura

Te extrañaba tanto que no entendía que pasaba, sabia que solo por fracciones de tiempo creía verte aunque muy borroso, era como un espejismo o quizás como una pintura donde las pinceladas tan abstractas no te dejaban ver, te oía como una dulce melodía que me arrullaba, te sentía como una suave caricia que hacia latir mi corazón fuertemente sintiendo cosquillas en mi estomago, en ese momento me abrigaba una paz infinita, sabia que estabas allí conmigo.
Pero luego sentía ser devorada nuevamente y volvía a perder tu contacto, lo que hacia que me preguntara con frecuencia
¿Donde estas?
Recuerdo que todas las veces al escribir mis cuentos, sabia que eras tu quien lo hacia, me llevabas a formar parte de ese mundo mágico, todo fue parte de esa inspiración divina cuando hablabas de los bosques hechizados por el amor, de los Arco Iris que daban color a cada uno de ellos, de los Elfos, las Hadas, los Ángeles, el Unicornio, las Esferas de Luz, y todo ese mundo que habitaba en mi, se que eras tu.
Ahora me pregunto
¿Como me atreví a firmar ese contrato a sabiendas de que solo estaría contigo un corto, muy corto tiempo?
¿Como ose firmar ese contrato a sabiendas de que pasaría por pasadizos oscuros, pasadizos tenebrosos, llenos de miedo, de luchas, de desenfreno?
¿Como termine tatuando mi firma en el universo de algo que yo cree o de algo que yo creí?
Recuerdo claramente que en una oportunidad estaba caminando de un espacio de mi recinto a otro, cuando mi mente me estaba jugando aquellas siniestras trampas donde me acorralaba, fue entonces que una voz me detuvo en seco pronunciando mi nombre me dijo:
¿Donde estas?
Quede paralizada sentí como aquella voz me estaba sacando de ese laberinto, no tenia miedo pero si una sensación de que alguien me protegía y estaba presente todo el tiempo, después de respirar me dije a mi misma ya oficialmente estoy loca, esto me produjo mucha risa.
Ahora entiendo que eras tu, todo el tiempo has sido tu.
Lo increíble o insólito de todo esto es que siempre estuviste allí aunque no te escuchara o quizás no quería hacerlo para seguir viviendo esa pesadilla.
Pero siempre abrigaba una esperanza en mi corazón de volver a verte y lo hice.
¡Oh Si! cuando reía, cuando me enamoraba, cuando danzaba, cuando cantaba, cuando contemplaba los rostros de esos seres que llegaron iluminados a través de mi recordándome que estabas allí en cada uno de ellos, en aquellas ocasiones cuando me reunía con seres de esos que llamamos familia en uniones, en encuentros, en despedidas, en celebraciones, !Oh si! claro que si, te recuerdo en cada momento.
Fuiste tu en todo instante, pero estaba tan dormida que da miedo, estaba tan anestesiada que parecía un zombi deambulando por los extremos que se tocan, estaba tan narcotizada que sentí la muerte filtrándose traviesa, tan atontada como una obra de teatro donde los personajes se detienen y su hablar es cortada por un filoso cuchillo llamado mente, se que yo permití ser inseminada por la Matrix, engulléndome de a poco penetrando tan tenaz que solapo mi ser, las agujas de reloj no se detenían y las campanadas se escuchaban cada vez con mayor fuerza haciendo un eco que debilitaba mi cuerpo robándome la esencia.
Hoy cuando abrí mis ojos sentí que no estaba en mi habitación, era como uno de esos portales de los que tanto he escrito, tenia un espejo frente a mi y como si estuviese dirigida por alguien mas, me quite la mascara que me había tenido atrapada bajo el embrujo de mis creencias, vi con asombro como el espejo se rompía en millones de pedazos que se esparcieron por todo el universo desintegrándose, desintegrando el contrato que había firmado.
Esto me recordó la frase del celebre Jean Paul Sartre que dice:
“Solo nos convertimos en lo que somos a partir del rechazo total y profundo de aquello que los otros han hecho de nosotros”, y yo agregaría humildemente a esto y lo que nosotros hemos hecho con nosotros mismos.
Hoy confieso que te amo porque se que soy amor.
Hoy después de tanto buscarte te he encontrado, mis ojos están llenos de lagrimas por la felicidad que esto me ha proporcionado, te he reconocido, se que firme ese contrato sin leer y sin mas me quede dormida, hasta este momento en que he despertado, te veo en todo su esplendor, han pasado muchos años, décadas de desaliento, pero siempre había un rayo de esperanza que abrigaba mi espíritu y eras tu.
Me has sonreído dándome la bienvenida, diciéndome con tanta dulzura has vuelto a casa nuevamente, has vuelto a la luz, has vuelto a tu ser, estoy integrada, soy el ser, no lo que creía ser.
Hoy se conscientemente que todo ha sido parte de lo que tenia que hacer en este plano terrenal, que este cuerpo ha sido solo un medio para realizarlo, que ya no busco un porque a la vida, una razón a esto o esas preguntas como;
¿Que vine hacer aquí?,
o ¿Cual es mi misión?,
La vida en si, solo hay que vivirla pues todo lo que hagamos en ella es parte de lo que veníamos hacer, por lo tanto despertar es el enlace con nuestra consciencia o universo o como le llamemos.
Esta es la historia de todos los seres humanos que habitamos este maravilloso planeta Tierra, en ese momento único cuando despertamos.
Escribiendo este ensayo sentí que libre por mi y que estaba librando por todos, pues somos uno.
Autor: Eliana Padrón
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