Invierte en ti

La inversión más productiva definitivamente es en nosotros mismos.

Cuando hablamos de inversiones creemos que solo con dinero podemos hacerlo, esto es totalmente falso.

Invertir no es solo comprar una casa, un carro último modelo, un yate, un avión, ropa, calzados, etc., comprar y seguir comprando, pero el resultado de todo esto es que siempre queda un vacío de querer algo mas, que llene ese inmenso agujero, pero se siguen acumulando cosas, así como a la vez se sigue buscando algo sin saber que es.

-Por ejemplo:

Te compras el carro último modelo del año, genial, fabuloso, te montas en el y sientes que eres el rey del planeta, es tuyo, otra pertenencia mas, lo estacionas, te vas a dormir, al día siguiente te sigues sintiéndote eufórico, pero pasado dos o tres días se acabo el encanto y quieres algo mas, sin saber realmente qué y así puede transcurrir la vida buscando algo que llene ese espacio.

Nos hemos convertidos en seres etiquetados de esa mente colectiva que todo lo quiere arropar y controlar, estamos allí atrapados, dormidos, conectados, dejamos de ser espontáneos, siempre buscando la aprobación, siempre escondiendo nuestra esencia.

Hemos dejado de ver un cielo estrellado, hemos dejado de deslumbrarnos por una noche de luna llena, hemos dejado de danzar con la música que llega por momentos a nuestra mente cuando recordamos una melodía que nos seduce, hemos dejado de caminar descalzos por un césped o por la orilla de una playa que nos arrulla con su melodía, hemos dejado de contemplar un amanecer lleno de matices de colores que supera la paleta de los grandes artistas, al igual que un ocaso con sus tonos incandescente que nos envuelve mágicamente, hemos dejado de ser por el tener, nos hemos perdido.

Vivimos atrofiados por la monotonía, cada día se repite de una manera muy tenaz, entre el trabajo, las intensas colas, el ir y venir, en fin, muy aburridos por esa rutina que nos carcome como un virus apocalíptico de proporciones holocausticos.

Se nos ha olvidado ser nosotros mismos, hacer lo que realmente deseamos, lo que inspira y apasiona, estar de la mano con tu niño interior, volver a esa pureza e inocencia sin miedos, ni temores, ni angustia y mucho menos esperando algo como reconocimiento de bobadas creadas de grandes competencias que disminuyen tu energía, tu Chi energético se debilita, se va lentamente atrofiando.

Dejaste de invertir en ti, te dejaste atrapar por el sueño del planeta, te convertiste en un producto más en esa contienda sin razón.

No empleas tu libre albedrio, no estás consciente, no vives el momento, no te conviertes en el momento.

Entonces

¿Cómo invertir?

Pues es la más sencilla y placentera inversión que podamos hacer, lo primero que tenemos que entender o sea tomar consciencia, que somos seres de luz teniendo una experiencia en este plano físico terrenal, y que también tenemos algo maravilloso que se llama libre albedrio, por lo tanto esta puede ser la aventura más fascinante, o todo lo contrario, pero yo apuesto a lo grande, apuesto por una aventura mágica.

Comencemos por volver a disfrutar la vida sin apuros, volver a cautivarnos por las cosas más elementales de la vida, volver a caminar viendo nuestro alrededor, contemplando la naturaleza en su esplendor, embriagarnos con el aroma de las flores, reír abiertamente, danzar sin parar, besar con pasión y ternura, abrazar sintiendo el contacto de otro ser, sonreírle a un extraño, saludar sin importar a quien, volver a respirar sintiendo el latido de nuestro corazón, sintiendo el latido la madre tierra, sintiendo el latido del cosmos.

Entonces

¿Quieres invertir en ti?

Qué esperas la vida es una aventura mágica si así lo deseas, limpia tu mente comienza por allí, suelta todo el lastre, todo el equipaje, así veras como de manera perfecta vuelves a tu esencia.

Haz lo que realmente quieres hacer, sonríe mas, camina mas, viaja mas, disfruta cada momento, conviértete en la naturaleza, invierte en ti, eres lo más valioso y preciado, dentro de ti esta el caudal de las grandes riquezas, cuando lo hagas sentirás un gozo mas allá de lo descriptible que te pondrá en ese estado de plenitud y allí no se requiere de nada, solo ser.

Tu eres la mayor inversión.

Eliana Padrón