Un encuentro inesperado
- Eliana Padron
- 29 oct 2016
- 4 Min. de lectura

Era una noche con un cielo lleno de estrellas y una Luna que apenas se dejaba ver, estaba plácidamente sentada en el balcón de mi estancia divisando el universo, me sentía relajada agradeciendo el día tan maravilloso que me fue regalado.
Me fui a dormir con una sensación de plenitud, cuando tuve un encuentro, en medio de mis sueños o quizás de esos momentos mágicos que nos conectan con otra dimensión paralela o un portal que se abrió, o como le dicen aquí ir al plano astral, no importa realmente el término que utilice, la verdad es que me permitió poder tener este maravilloso acercamiento.
Para sorpresa mía e inesperadamente estuve hablando con la muerte.
Si, con la muerte, se presentó de una manera tan fascinante, que no tenía absolutamente nada de miedo o temor ante ella, ciertamente confieso que por un momento estuve en shock, ya que nunca esperé tener un encuentro de este tipo, pero allí junto a mi estaba lo que nosotros llamamos muerte.
Lo que llamamos muerte es sencillamente una energía altamente vibratoria de excepcional magnetismo muy sutil, y a la vez muy intensa.
Primero debo de relatarles esto antes de continuar, desde hace un tiempo a esta parte comencé a tener una perspectiva diferente en relación a la muerte, así como a muchas otras cosas, ese concepto tan arraigado que me habían inducido dejo de tener valía, siempre la muerte ha representado un gran misterio, pero comprendí después de un proceso de transformación, o quizás como yo le digo trascendencia de la psiquis que experimente, que me llevo a cambiar mi óptica en relación a esto, el prisma que tenia se modificó totalmente.
Esto hizo que cayeran tantas creencias, tantas filosofías, tanta fatuidad, inducida en un muy alto porcentaje, por la sociedad, o sistema donde habito o mente colectiva de esta limitada visión que tenemos de la realidad, lo que a su vez me llevo a entender conscientemente que la muerte no era lo que nos han hecho creer, como otras tantas cosas que nos encadenan en este plano físico donde estamos.
Y así fue que recordé la célebre frase que dijo Eurípides, que fue uno de los tres grandes poetas trágicos griegos de la antigüedad, “A los muertos no les importa cómo son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos”.
asi como también otra famosa cita: “La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo.
Epicuro de Samos (341 AC-270 AC) Filósofo griego.
Todo lo que viví en ese momento quedo muy grabado de lo que me comunico, así como de lo que pudimos platicar.
Me trasmitió muchas cosas, una de ellas fue sobre nosotros los seres humanos, me dijo; desde tiempos inmemorial ustedes le temen tanto a lo que llaman muerte, que no viven la vida en su máxima capacidad, que el solo hecho de mencionar la palabra hace entrar en pánico a las multitudes.
También me dijo: ya tu sabes de lo que estoy hablando y todos los seres humanos de ese maravilloso planeta Tierra también lo saben, pero como muchos están aún dormidos, no han tomado consciencia de esto, la muerte no existe, cuando ustedes llegan a ese plano por su libre albedrio, en el mismo momento que llegan saben que en algún momento van a dejar el vehículo que escogieron para transitar ese espacio, para poder realizar su misión como ustedes le dicen, en fin para que vivan la aventura que es la vida.
Al llegar al plano y tomar el vehículo se convierten en algo denso, pero en el momento que lo dejan se transforman en energía sutil, de esta manera llegan a otras dimensiones.
Yo solo me encargo de llevarlos a ese nuevo portal, como un viaje a tierras lejanas, como ir a un sitio paradisiaco, donde el camino se los hago lo más placentero posible, pero tienen que estar fusionados con la consciencia cósmica para que puedan llegar, de lo contrario si aún están dormidos, inconscientes, pueden quedar atrapados en la densidad y en los dragones que han creado.
También en ese trance van a entrar en sintonía con otros seres sutiles que los están esperando que formaron parte de sus vidas, esto es un encuentro de luz, es un encuentro de amor.
Deben de despertar, es la única manera de que puedan dejar el miedo a lo que ustedes llaman muerte que no existe y que les ha sido creada por el mismo control que les tiene atrapada la mente para poder dominarlos y tenerlo dormidos, cada vez que alguien de ustedes despierta deja de temer a la muerte, sabe que no existe, que solo están en un tránsito con boleto de retorno al hogar del que partieron y que ustedes decidieron dejar para poder ingresar en ese espacio denso.
Lo que más causa dolor y sufrimiento a ustedes como raza humana, es el apego tan feroz que han crean a todo, a sus pertenencias, a otros seres humanos, pero todo forma parte de esa inducción que les han creado y ustedes han creído, que le han dado poder, que se han alimentado constantemente de todo eso, cuando alguien allegado a ustedes deja este plano caen en un gran sufrimiento y dolor.
Ustedes los humanos magnifican el dolor, lo que impiden el libre flujo de esa energía ya sutil que debe partir, al estar ustedes despiertos, también es importante que su entorno este en la misma sintonía o sea conscientes, ya que eso va ayudar a partir en misticismo total a la persona que deja el cuerpo denso.
Cuando toman consciencia de que la muerte no existe, es cuando salen de su cuerpo denso, es el principio de una nueva vida, es una celebración, es saber que es el momento de dejar ese vehículo y soltar totalmente.
Es entonces cuando pasan a ese otro plano espiritual, son conscientes de su inmortalidad, son conscientes de todo, en ese otro plano astral, en ese otro plano espiritual, no hay dolor, no hay sufrimiento, no hay lamentos, no hay dramas, no existe la edad y mucho menos la enfermedad, solo son energía sutil.
Pues en ese plano donde van no existe el tiempo, ni el espacio.
Y así sin más desapareció esa energía espectacular.
Al despertar comencé a escribir lo que ahora comparto con ustedes.
Les deseo toda una vida feliz y un gran renacer.
Eliana Padrón
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