New York
- Eliana Padron
- 13 abr 2017
- 1 Min. de lectura
Los vagones del tren
corren al ritmo del corazón
de la gran ciudad
en un incesante ir y venir
los rieles rugen
con tal intensidad
como los pasos acelerados
de la marea humana
que lo recorre
cada ser en su propio
espacio sin tiempo
en su propio tiempo sin espacio
todos miran sin ver
no hay palabras, no hay aliento
la estructura realza
la magnificencia de lo expuesto
construido como jungla
de concreto
fascinante y glamorosa
reposa Manhattan
con el gran pulmón vegetal
que embriaga los sentidos
extenuante y penetrante
oscila el Bronx
en el drama constante
de fuerzas polémicas
la cultura traspasa
el entorno de Brooklin
en su diversidad social
que emana el néctar
de lo no creado
Queens como diosa
genera la pluralidad étnica
que aporta lo controversial
del volumen expuesto
la más desconocida
y poco nombrada Staten Island
una mirada al pasado
que guarda registros antiguos
cada estación rompe
los esquemas establecidos
cada color realza
la naturaleza en su odisea
es New York
la gran manzana
provocativa y excitante
que irradia el misterio
de lo ancestro
y danza al ritmo
de lo nuevo.
Eliana Padron
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