Misión o Bendición?
- Eliana Padron
- 10 jul 2018
- 6 Min. de lectura

Misión o Bendición?
La vida me ha dado un gran regalo que quiero compartir con todos ustedes.
Por esta razón voy a escribir este ensayo desde lo mas profundo de mi ser, les cuento que he tenido muchos roles en mi vida, como hija, como esposa, como amiga, como escritora, como trabajadora, etcétera, pero el mas espectacular ha sido el don de ser madre, de esta manera supe lo que es el amor incondicional y con ello la aceptación total y es ahora que me ha tocado el de ser abuela y estas líneas van sobre eso.
Voy a hablar de mi experiencia con un ser maravilloso un hermoso nieto que es súper especial, es un deleite para mi verlo, observarlo y disfrutarlo, vive en su mundo, vive en lo que nosotros llamamos actualmente el aquí y el ahora, pero la realidad es que vive en el sin tiempo, eso es mágico, porque yo también vive allí cuando era una niña, pero para esta sociedad el es un niño etiquetado como miles de niños que hay en este planeta, señores les informo ellos son consciencia, están compenetrados en el ser, son puro amor.
Sin embargo son sometidos a interminables tratamientos, terapias, psicoanálisis, medicación etc., etc., etc., porque deben encajar en esta sociedad, que aberración mas grande.
Lo primero que debemos entender es que sus códigos de comunicación son diferentes, el de ellos es netamente corporal, y el nuestro es verbal, sin embargo me pregunto si supuestamente nosotrossomos normales, lo cual me parece una definición altamente ignorante, al calificarnos así y calificar a otros como no normales o anormales, me lleva a cuestionar el porque si creemos que somos tan normales comunicándonos a través del verbo estamos sumergidos en este embrollo de proporción medieval, atrapados en constantes guerras, en genocidios, en violencia, en intolerancia, en maltrato, en esclavitud, en un eterno conflicto, lo que resulta ser una gran contradicción, o sea otro juicio mas, otra atrocidad mas creada y creída en este irreal mundo.
Esta humanidad ha etiquetado a los niños que nacen siendo especiales desde tiempos inmemoriales, pero si vamos a la definición que conocemos como normales, puntualiza: “Que es general o mayoritario, o que es u ocurre siempre habitualmente por lo que no produce extrañeza.
Todo esto me lleva a pensar que los que deben someterse a terapia son los padres o los familiares del niño, o toda la sociedad, pues lo primero que ellos ven y perciben es la negación o la no aceptación cosa que los descompensa aun mas.
El no aceptar que a tu mundo o a tu vida llego un ser maravilloso lleno de amor, que solo desea que lo aceptes tal cual es, que disfrutes lo que el disfruta queriendo mostrarte ese mundo mágico, se ha convertido en el gran desafío para esta humanidad, que ve sin ver, que siente sin sentir, que habla sin escuchar.
Lo que me parece insólito es que sean catalogados textualmente como trastorno, enfermedad o alteración de la salud, pero no hay ninguna base solida, ni científica que sustente esto, ni las causas por las cuales aparece, ni porque unos chicos si lo tienen o porque otros no lo padecen, sin embargo actualmente se ha convertido en una epidemia con índices de aumento altamente elevados, ojo quiero aclarar que no soy una experta en la materia, ni he estudiado al respecto, solo soy una abuela compartiendo humildemente con ustedes mi experiencia.
Si hacemos una retrospectiva hojeando la historia del planeta han quedado registros de que estos maravillosos seres fueron sometidos a inhumanos tratamientos, fueron encerrados, fueron maltratados, fueron aislados, así como también a brutales experimentos como conejillos y para colmo los padres sentían pena, o lastima pero no de ellos sino de si mismo, como si Dios los hubiese castigado, que total crueldad, involucrar a Dios buscando una justificación a sus comportamientos o sentimientos, aunado a todo esto esta la muy llamada sociedad que los veía con horror y lo mas triste es que aun sucede, en escuelas y casas, seguimos cometiendo la misma barbarie, somos tan inconscientes que da miedo.
Pero como todo en esta vida tiene una contraparte también hay personas afortunadamente que han despertado, que se ha sensibilizado, que dan lo mejor de si mismo en ayudar a estos seres maravillosos, que los llenan de amor y a la vez se enriquecen a través de ellos.
Para mi cada día es una aventura, unos días mas mágicos que otros, pero mágicos, el me ha enseñado que en su silencio reposa una gran sabiduría, que en sus gritos me dice aquí estoy, en sus miradas perdidas donde se ausenta esta la realidad de ellos que somos incapaces de percibir, en su risa la inocencia del amor, en sus llantos quizás el no ser entendido, en sus juegos colocando todo en línea meticulosamente de decirme vamos a poner orden a este mundo con tanto caos, el es un gran maestro en mi vida que despierta en mi lo mejor, que hace que brote de mi ser toda la paz que reposa como una fuente a beber.
Queridos lectores ellos a los que llamamos niños especiales realmente lo son, siéntanse afortunados, se que muchos al leer estas líneas dirán que es difícil pero si así lo ven, en eso se convertirá, pero si ves sus ojos llenos de amor te dará fuerzas suficiente cada día para continuar, se que hay muchos cambios o picos como le llaman donde hay extremos que se tocan, pero nunca utilicen el termino agresividad pues ellos no lo hacen con la intensión de lastimar, solo es un exceso de impulsividad o energía que hay que aprender a trabajar, a mi me a resultado genial el agua le proporciona tranquilidad y confort, cuando veas que viene a utilizar sus manos en tu cuerpo o morder tu como la velocidad de la luz, vete por detrás y abrázalo fuerte y deja sus pies al aire meciéndolo, los resultados son maravillosos se ríen a carcajadas, cuando balancee su cabeza de un lado a otro imítalo, eso le va a encantar lo va a ver como un juego, léele en voz alta, háblale contantemente, el escucha aunque creas que no.
Pero lo mas importante es que entendamos y concienciemos el hecho de que nosotros tenemos que ir a su ritmo, no lo contrario, allí esta la clave de una perfecta sincronización.
Como decía el celebre novelista, ensayista y critico francés Marcel Proust “Demos las gracias a las personas que nos hacen felices, ellas son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma”y estos chiquillos lo son.
Padres y familiares que tienen en su vida un niño así siéntanse agradecidos, el o ella los va a enriquecer, los va llevar de su mano a cruzar el arco iris, y si tienen esa misión de vida han sido ya bendecidos.
Yo por mi parte siento que esta misión es una bendición, aunque a veces tengo el corazón comprimido ante tanta indiferencia e ignorancia, pero sigo adelante con la esperanza de un nuevo despertar para este planeta, el cada día cuando toma mi mano o mi cara me da la energía de querer cruzar el Arco Iris.
Quiero incluir dentro de este ensayo lo que le escribí
hace dos años cuando apenas tenia un ano y medio.
Lo titule
“Un Pequeño”
Conocí un pequeño que hablo en silencio, conocí ese pequeño de otros confines visitando al planeta de la lejanía del horizonte.
Y comenzó la historia con la celebre frase, “Había una vez…………, que fueron millones de historias repetidas una y otra vez.
Conocí la historia de un pequeño que llego a romper lo expuesto, que llego a sembrar la semilla del silencio, el tesoro del universo, el legado de los Ancestros del Cosmos, que en continuos movimientos de ondas que se esparcían venia de los confines del mundo encantado.
Llego a ese planeta buscando las hadas, llego buscando al unicornio que lo había arrullado en sus ensueños, llego buscando aquellos Ángeles que mecían sus alas en acordes de notas, llego buscando los elfos y las sirenas, llego pintando en acuarela el Arco Iris que surcaba el planeta, llego en una carroza que entre Sol y Luna, lo llevaron al mundo que solo habla, al mundo que no escucha cada latir del universo, que no percibe las vibraciones del silencio.
Llego al planeta intoxicado por el parloteo incesante.
Si ese pequeño trajo consigo la semilla del silencio, mas no percibieron su sabiduría, mas no vieron su luz.
Si ese pequeño regreso al gran paraíso del silencio.
Pues aquel planeta azul aun no estaba preparado para el, mas la semilla quedo plantada en espera de nuevas lunaciones, en el eclipse de la apertura de Ynnoc.
Autor: Eliana Padrón
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